Las Técnicas Artísticas
El dibujo tiene como característica primordial el empleo del trazo o la línea. Frente a otras técnicas artísticas, destaca por la brevedad en su ejecución. Generalmente, es de dimensiones reducidas.
El soporte habitual
del dibujo es el papel. Para los apuntes y los dibujos de pluma y pincel, se
prefiere el papel blanco, de granulado fino y superficie lisa. El papel de
grano grueso, sea coloreado o no, es más adecuado para el dibujo a lápiz, el
carboncillo o el pastel.
El Dibujo a Tinta
El dibujo a pluma
emplea distintos tipos de tintas:
a) La más frecuente es
la tinta china, que se confecciona a base de negro de humo disuelto en aceite,
de goma arábiga y aglutinantes. Una vez mezclada con agua produce tonos grises.
b) La sepia es una tinta que se obtiene de la sustancia contenida en una glándula del cefalópodo del mismo nombre. Dicha sustancia se diluye en agua en distinto grado de concentración y se le añade goma arábiga.
Además de constituir la materia prima del dibujo a pluma, la tinta es también la base de otras dos técnicas de dibujo: el pincel y la aguada.
El pincel: se usa con tintas puras o diluidas en agua.
La aguada: se obtiene a
partir de tinta china o de tintas de colores, que se diluyen en agua y se
aplican con pincel. Las aguadas más frecuentes en Goya son las de tinta parda,
pues se prestan muy bien a sus habituales contrastes de luz y sombra.
Es frecuente encontrar
mezcladas en un mismo dibujo las diversas técnicas. La pluma y la tinta se
utilizan para trazar las líneas y las figuras, y el pincel y la aguada para
matizar las actitudes y los contrastes.
El Dibujo a Lápiz
El dibujo a lápiz: se define por el material empleado: lápiz negro, lápiz blanco de yeso y de color, a los que se suman las tizas coloreadas.
El carboncillo: se consigue con unos bastoncillos obtenidos de la combustión lenta de la madera, a los que se añaden resinas y alcohol para prolongar su duración.
La sanguina: es un lápiz rojo de arcilla ferruginosa.
El lápiz negro que se usaba en época de Goya era el grafito inglés, cuya mina se fabricaba con plomo. En 1790 se inventó una nueva técnica de fabricación de lápices: el llamado lápiz Conté. Se trata de un conglomerado de polvo de grafito y arcilla, que sigue utilizándose hoy en día para la fabricación de lápices corrientes.
Realiza una
composición artística empleando las técnicas del dibujo a lápiz.